Momentos que infringen daño, partículas locas que alborotan mi mente, el frío congelando los males. ¿La culpa?, ¿de qué?, ¿de vivir?, ¿morir?...yo vivo, sin antes haber muerto, admito realidad antes de mentir. Revivo, resucito y grito al mundo el derecho que tengo de parir...¿son cosas que pasan?...el viento no se las lleva...nunca se van, no se pueden marchar, quedan en tu mente como huellas que rasgan tu memoria y dejan una extraña y eterna cicatriz, mi memoria-en cambio- es frágil escuchando a las nubes que le saben recordar el pasado actuando como musas que no me dan conocimiento útil para continuar el camino.
Logro descubrir secretos, y para qué?, de qué me sirven si no pueden ser revelados -tienen una extraña forma de ser- actúan de manera tal que otro no se entere de su existencia, por ende no existen, nunca existieron.
Que la vida es una fantasía y como tal, no hay culpa.
Somos como ampolletas brillando falsamente, ideas alocadas, que finjen ser escuchadas...no me sale la voz, por eso uso mis manos que expresan lo mío, lo tuyo y lo de nosotros.
Creemos mirar el suelo, pero no lo vemos como tal -no lo necesito- mis zapatos persiguen el momento, el tiempo, ¿en realidad es tiempo?, ¿actuando como medidor?...el hombre calculable, tangible de números, raíces cuadradas, infinito, fracción...tonterías, puras tonterías... me atraen a descubrir su verdadero valor centesimal. Al fin, me bastan para dar cuenta de que no existen...yo, ¿acaso existo?...aquí desde luego que no...tú tampoco, otros menos aún, ni para mí, ni para nadie... en todo lugar a cada minuto, hasta que mi conciencia se duerme, nada mas q nada es, dentro de lo q no haya sido antes.
Los ojos caen- "pesados como juicios"- mis pies no existen, ya no calibran el limite entre el cielo y la tierra, paulatinamente mi boca se seca, sin embargo, aún puedo oler mis recuerdos, pero mi mente cada vez es más frágil...trato de encontrar el arma, qué arma?...de adonde saque esta arma?...se atraviesa un gato negro, es el gato de Poe. Como no recordarlo, oh gato del demonio que nunca escuchaste el corazón latiendo, no pudiste culpar al homicida, eres un asesino al igual que los verdugos de César. Ahora si sonrío, me miras- tus ojos son nuevamente despectivos- bajas la mirada al fin. Cierro los ojos y oigo un sollozo a mi lado...me escondo queriendo que no seas tú...pero no hay reflejo, aún no logro atravesar el umbral de la realidad.
miércoles, 8 de abril de 2009
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Se vino a posar en mí..unas nostalgias
ResponderEliminarfrías i sin perfumes..
Crisis existencial..suele desgarrarse mi
mano !
te Quiero Ovejuna marida mía ! :)
ResponderEliminarGracias por existir ! (=
Que haz hecho, destrozaste la realidad. nooooo, T_T, gracias por sacarme por segundos de mi dormitorio. ¿Notaste la cacofonía en el complemento circunstancial de tiempo?...
ResponderEliminarSe le estima ^^
me parece una escritura bastante esquizoide pero a la vez empeñada a dirigirse a algo....te felicito, hay varias cosas que encontre bien detalladas...saludos ;)
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